Para elegir los productos capilares más adecuados, primero debemos reconocer cuál es nuestro tipo de cabello.
Clasificaciones del Cabello y Cuero Cabelludo
- Según la producción de sebo:
- Cabello normal: No es ni seco ni graso, produce una cantidad uniforme de grasa, lo que le aporta brillo, fuerza y elasticidad. Es dócil y saludable.
- Cabello seco: La grasa está ausente o es insuficiente. Es frágil, quebradizo, áspero, con puntas resecas y enredado. Luce sin vida y deshidratado.
- Cabello graso: Produce exceso de grasa, requiere una higiene frecuente. Es brilloso, aplastado y sin volumen, con un aspecto y sensación de estar sucio.
- Cabello mixto: Combinación de graso en las raíces y seco en las puntas. Generalmente tratado con químicos fuertes.
- Según el grosor o textura:
- Cabello fino o delgado: Sensible a los efectos químicos, carece de volumen y tiende a caerse fácilmente. Los peinados no perduran.
- Cabello grueso: Los peinados perduran, pero no es fácil de manejar. Requiere cuidados continuos para mantener su textura.
- Cabello de grosor intermedio: Fácil de manejar, no requiere tantos cuidados.
- Según la forma:
- Lacio: No despliega ondas ni rizos, es brillante pero no abundante. Los peinados no duran y puede resecarse si se lava a diario.
- Ondulado u ondeado: Fácil de enredar, generalmente grueso, con rizos no marcados y frizz. Requiere mucha hidratación.
- Rizado o crespo: Con ondas pequeñas y elípticas, se esponja o encrespa con la humedad. Necesita productos para desenredar y mucha hidratación para evitar resequedad y frizz.
Esta guía te ayudará a determinar fácilmente cuál es tu tipo de cabello y, según esto, tomar las medidas necesarias para su cuidado.